Cerramientos de aluminio
Los cerramientos de aluminio son estructuras utilizadas para cerrar y proteger espacios utilizando perfiles de aluminio y, generalmente, paneles de vidrio u otros materiales. Son muy populares en aplicaciones tanto residenciales como comerciales debido a su durabilidad, versatilidad y bajo mantenimiento.
Los cerramientos de aluminio son extremadamente robustos y pueden soportar cargas significativas sin deformarse. Esto los hace ideales para áreas con condiciones climáticas adversas, como fuertes vientos o nevadas. Además, su resistencia estructural proporciona un nivel adicional de seguridad, ya que son difíciles de forzar o romper. En combinación con vidrios de seguridad, pueden ofrecer una excelente protección contra intrusiones.
El aluminio no se deforma con los cambios de temperatura, lo que asegura que los cerramientos mantengan sus dimensiones y funcionalidad a lo largo del tiempo. Esta estabilidad es crucial en regiones con variaciones climáticas significativas, garantizando que puertas y ventanas se abran y cierren correctamente sin problemas.
Además de los cerramientos de aluminio también existen otros tipos de cerramientos según las necesidades de cada caso, como puede ser el cerramiento de cristal
Tipos de Cerramientos de Aluminio
Cerramientos correderos: Son una de las opciones más comunes. Utilizan hojas de vidrio que se deslizan horizontalmente sobre rieles de aluminio, permitiendo una apertura y cierre sencillos. Son ideales para balcones y terrazas, ya que permiten aprovechar la luz y las vistas sin perder funcionalidad.
Cerramientos abatibles: Este sistema se abre hacia adentro o hacia afuera, y es muy útil para aquellos que buscan una ventilación completa del espacio. Es común en patios y jardines.
Cerramientos fijos: Utilizados principalmente para crear espacios con grandes ventanales donde no se necesita abrir las hojas, pero se quiere un cerramiento que brinde protección y aislamiento.
Proceso de Instalación
La instalación de cerramientos de aluminio debe ser realizada por profesionales para garantizar su correcto funcionamiento y aislamiento. El proceso suele incluir:
Medición precisa: Es esencial tomar medidas exactas del espacio que se va a cerrar, para que el cerramiento encaje a la perfección.
Colocación de la estructura: Se instalan los perfiles de aluminio que sostendrán las hojas de vidrio o paneles. Estos perfiles deben estar bien fijados y nivelados para evitar deformaciones o problemas futuros.
Acristalamiento: Los cerramientos suelen contar con vidrios dobles o triples, dependiendo del nivel de aislamiento requerido. En zonas frías, se recomienda un acristalamiento con gas argón para mejorar el rendimiento térmico.
Sellado: Es crucial aplicar un buen sellado en las juntas para evitar filtraciones de agua y aire, lo que optimiza tanto el aislamiento como la durabilidad del cerramiento.
Beneficios de los Cerramientos de Aluminio
Ampliación del espacio útil: Un cerramiento de aluminio convierte áreas al aire libre, como terrazas o balcones, en habitaciones adicionales que pueden usarse en cualquier estación, incrementando la superficie habitable de la vivienda.
Eficiencia energética: Al crear una barrera entre el interior y el exterior, los cerramientos de aluminio reducen las pérdidas de calor en invierno y minimizan la entrada de calor en verano, lo que se traduce en un ahorro energético considerable.
Seguridad: Los cerramientos de aluminio, cuando están bien instalados y equipados con vidrios de seguridad, ofrecen una excelente protección frente a intentos de robo o daños.
Conclusión
Los cerramientos de aluminio son una opción moderna, resistente y eficiente para optimizar espacios exteriores y protegerlos de las inclemencias del tiempo. Su capacidad para mejorar el confort térmico y acústico, junto con su fácil mantenimiento y estética atractiva, los convierten en una inversión inteligente que mejora tanto la funcionalidad como el valor de un inmueble.